El cuaderno de los cuadernos
La agónica aventura amarga de mujer que, al enviudar, descubre soledad absoluta, impostura matrimonial, existencial y religiosa, contada por un cuaderno.
Estamos ante una novela compleja en su sencillez; sencilla en su complejidad.
Doña Rosario, su protagonista, descubre al poco de enviudar, que toda su vida ha sido un fraude, una farsa, una impostura. A la soledad más absoluta (orfandad familiar) viene a sumarse el descubrimiento, no solo de la infidelidad sino de la doble vida de un marido, en apariencia, tan ejemplar como anodino.
Esta historia, pequeñoburguesa y vulgar, está narrada -primera novedad- por un cuaderno que se erige en portavoz de toda la novela: el cuaderno de los cuadernos. Otros cuadernos desembocan, como afluentes, en el primero y principal.
Pero, no siendo poco lo descrito, ha de añadirse que tal narrador -una voz- se debe a un autor, que lo crea y maneja como un deus ex machina. Y, además, unos lectores de ficción (metafictivos) leen y comentan la propia novela, insertados en la misma. De modo que el lector empírico, el lector de carne y hueso: tú, sí, lector, que me sostienes entre las manos, y ahora me lees, completas la trama y la historia.
Te despiden mis ojos
Una imagen vale más que mil palabras; imagina por un instante que con palabras puedes formar una imagen viva, que transporte al lector a un mundo donde el sentimiento fluye sin control, ya sea un manantial de amor, angustia, dolor, rebeldía, ocio o felicidad; de sobra es sabido que todos estos cauces terminan mezclados en el corazón. De ahí sale esta obra y allí espera volver tras la lectura. Te despiden mis ojos 101 haikus Esencia poética lírica. Poesía esencial. Tal es el haiku: poema tan breve como intenso. El poeta (haijin) es el artífice taxidermista de un instante único, natural e inefable. Un artista capaz de plasmar en 17 sílabas (5 7 5) una sensación fugaz de forma imperecedera. Aquí figuran ¡aleteando! 101 sensaciones. Tus ojos, lector, su luz.
Cuentos, canciones, costumbres, creencias, trabalenguas y otros textos de Sayago
«Cuentos, canciones, costumbres, creencias, trabalenguas y otros textos de Sayago» da nombre al título número 36 de la colección Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana que incorporara así a Pedro Crespo Refoyo entre sus autores.
Un trabajo donde «la palabra es el principio y el fin» explica el investigador que recopiló la información entre los meses de abril y septiembre de 1988 en pueblos como Torrefrades, Pereruela, Fresno o Carbellino de Sayago; también en dehesas. El material que da vida a la obra «está compuesto por cuentos, leyendas, supersticiones, juegos y usos o costumbres en cuanto a la prosa.
El verso lo forman trabalenguas, acertijos o adivinanzas, canciones, romances, villancicos y poemas varios, así como refranes o dichos populares próximos al aforismo».
Como afirma el propio Crespo Refoyo en el prefacio, «el estudioso es un negro, un mero amanuense, que se limita a copiar lo que le dicta el maestro narrador». Es un trabajo que «se ocupa de folclore y por ello recoge tradiciones, usos, creencias, leyendas, canciones y literaturas populares».
El libro ha sido presentado en la Diputación de Zamora por el propio autor acompañado del diputado de Cultura, José Luis Bermúdez, y el responsable de Editorial Semuret, Luis González, impulsores de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, cuyo director es Juan Manuel Rodríguez Iglesias.»